jeudi 8 décembre 2011

Noviembre con carácter retroactivo.

Sin letras este año, sin postear, sin posteriores. Noviembre con carácter retroactivo es esto y va después. Resulta que Camille sacó un nuevo disco de letras tenues como este mes que no avanzó o que si lo hizo pero despaaacio, susurrando.
Llovió más de la cuenta. Navegué en otras aguas también. Recordé y reapareció este mimetismo magnético. Me dejé llevar y aprendí que hay cosas que jamas aprenderé, otras con suerte las desaprenderé. No basta con ni contra, ni bajo tampoco. 

Deshabituarse, desintoxicarse, arduas tareas. Querer seguir en una cuerda floja y quererla luchar. Equilibrismo no es lo mismo que funambulear. Esto me lo sé de memoria. 

La gente sigue gritando aunque la temperatura baje y aunque a pesar de esto sigamos pensando que estamos en el Caribe y que el sol siempre nos debe una. Al final llovió y todo acabó oliendo a putrefacto, eso pasó. Hubo gente que se desconectó ante mi mirada pasiva, sin poder sujetarles la mano, sin llegarles nunca. Pienso que soy la menos indicada para devolverles al sitio de donde vienen. Otros llamarían a ese lugar Cordura. Jamás fue un  sitio contestaría yo. 

En noviembre cuento en pasados, puede que sean tres. Para otros, noviembre es un mes de " revoluciones pendientes ". En el fondo el mar es de otro color si te atreves a mirar a través de la ventanilla del coche mientras circulas por esa carretera diaria monótona que te lleva a aprender en tiritras que ( no ) pones en esa gente que sufre. Noviembre no tiene solución. Es 11 y/o 1+1 que no suman 2. Me hubiera gustado ser yo esa a quien esperas, pero nací en marzo y pasé mis primeros días en una incubadora, cansada de mamar jamás me pude beneficiar de la lactancia materna. Descentrada hasta para eso. Siempre me digo que eso lo explica todo, aunque no explica nada. 

Noviembre es ocre y gris, que no marrón. Mes de esperar, de atender, de estar. Me siento y te pienso también. En 11 manipulo y estornudo también acordándome de cada catarro que pillaré el mes siguiente. Acordándome recuerdo cambiar la colcha a edredón nórdico y mi lado de la cama ya no es lado, es centro como ( casi) toda política de izquierdas. Algunos días ya no quedan ni las dos almohadas. En noviembre con carácter retroactivo desparecí 47 días. Yo que estaba cerca ahora estoy lejos. Olvidé y dilucidé también. La humedad se cuela por las ventanas no estancas de casa que serán las primeras en reformarse según consejo profesional. Lo que no sé es si eso será solución o me hará darme cuenta de lo que soy, húmeda, eternamente fría.

Sucede que Noviembre se parece a mí, inestable, indeciso, dudoso, sin grandes huracanes, sin uñas. Noviembre es un corazón de hojalata y unos ojos traslúcidos con carácter retroactivo.


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