samedi 14 janvier 2012

mercredi 11 janvier 2012

Filomena.

Filomena es.
Antes de eso fue niña y tenía una mamá. Se acuerda de ella todavía más y siempre. Fue ella quien me enseñó el significado... Siempre es siempre-toujours sin a veces escondidos. Y no viene en los diccionarios, en ellos lo único que sucede es que nunca llegas a entender y te confundes. Lo que si que uno entiende es que siempre y nunca van cogidos de la manos, se enamoraron. Ya ves, simple... teoría de los polos opuestos. Ahora Filomena es mayor, término que no viene definido por la aparición de arrugas, existen niños con esas marcas inconfundibles en la frente, del sufrir, del esforzarse. Hacerse mayor es cuestión de edad y de sabiduría, experiencia y de... tropiezos para qué nos vamos a engañar, muy a nuestro pesar.

Filomena es.
Filomena no es mi abuela pero la adoptaría, claro. ¿Por qué sinó iba a d-escribirla? Llegué llegó un día, pequeña arrugada y se hizo me hice grande lisa. La conocí un día que lloraba y la vida se le inundaba. Tuvimos que fabricar unos remos para sobrevivir (curiosa palabra... vivir por encima... de todo). Pasó que pasó la pena por su lado y la absorbió. Es fácil hacer tuya la pena, se apodera, te irrita y se queda. "Fácil facílisimo" como nos quisieron hacer creer con el maldito anuncio ese sobre el punto de cruz. La pena llegó el día que se tuvo que despedir de su ninfa Anacleta presumidísma o súper presumida, arrogante no, eh. Adiós adiós Anacleta. Adiós adiós Filomena. Las dos en marea, olas de hasta cinco metros, surfers contentos. No todo va ser pena en la vida. 


Resulta que Filomena no deja de pensar en su pajarita y en cómo se miraba en el espejo y se bañaba los días de verano poniéndolo todo perdido.
 
 

aluaP.


Paula siempre firmó del revés hasta hace unos meses. Ahora, por suerte, parece que todo se ha puesto del derecho. A Paula el 2011 se le ha hecho larguísimo, cuesta arriba, pesadoooo. Aprendió y con ella aprendimos también que todo siempre puede ir a peor. El sr. Gafe se quedó prendado de su piel. De ella me gustan sus sueños garrapatas, sus ganas de luchar, sus besos mordiscos. ñam ñam ñam. Tiene ojos azules saltones, ranita. Se hace llamar bolboreta. Le gusta volar y leer y explicar y hablar. Cuenta cuentos que nosotros, el resto, olvidamos. Los inventa y reinventa. Colecciona brujas que guarda en un lugar secreto. Piensa que así existen más probabilidades de salir volando ( aunque sea con escoba, hay brujas buenas también y bonitas como ella). Me regaló en una ocasión una lámpara con las constelaciones para que nunca me perdiera. Desde entonces siempre encuentro las 3 Marías. 

Cuando yo era pequeña me cuidaba, era la única que sabía hacerme trenzas sin tirarme del pelo, me contó los primeros cuentos que recuerdo llenos de ternura. Se fue a Francia y sus cartas se multiplicaron, las guardo todas, toditas, todas. Recuerdo la complicación de contactar con ella y las ganas urgentes de hacerlo. Se marchó a Londres después y allí le robaron el pelo ( como ahora ). Gracias a ella sé quién es Momo y el hombre gris. Busco constantemente mi fantasma de Canterville que espero no dibuje Osky ( demasiado delgado para poder abrazarlo ). Cuando iba a casa de mi abuela la buscaba en su habitación, me escondía debajo de la mesa, y aún así ella seguía lejos estando cerca. 

Su número favorito es el 2 y en su casa a las 22:22 el uno busca al otro para besarse, hora en que todo se para. Si alguna vez se les olvida, Gus hace el recordatorio. Recuerdo estar las primas bailando a saltos " Voy a aterrizar, lo haré sobre el mar, tú me olvidarás... ( espero que no, que nunca lo hagas, olvidarme digo)". Ser feliz allí, en Jábaga, dando los primeros pasos, enamorándome mientras le contaba a ella los entresijos de los primeros "si tú te vas, yo te dejo".  Mi acoso y derribo de no querer irme de su casa. Aguantarme. Mi hermana se enganchó una vez a las piernas de Julio " Me quede aci, va, que no parlaré". Nunca más volvió a hablar tanto ( hasta ahora), que yo recuerde.  
El 11 es mala suerte, ha sido duro, ha llegado demasiado lejos. Aprendimos a tenernos, a querernos, a valorarnos, a dolernos. Me silencié porque a veces no podía, no sabía cómo ayudar. Pasa que me dedico a eso y contigo no estuve a la altura... A todos nos han arrancado Esperanza que vuelve a resurgir. El 11 me pasé leyendo sobre cosas abruptas para descubrir que la C se podía convertir en inmensa y que no siempre es una Luna menguante. Porque hay bultos que sólo pueden llamarse así y que nos abultan más de la cuenta. 

Parece que ya hemos entrado en el camino de baldosas amarillas y que existen un perro y un gato en las estanterías que nos reconfortan. Podría seguir explicando sobre luces varias, podría seguir con oscuridades también. Hace mucho mucho tiempo que te debo esto. Que te quiero y espero estarte también. 

Gracias por firmar del derecho esta vez.