jeudi 25 novembre 2010

Aurora Boreal.


Algún día, laralá.


mardi 23 novembre 2010

Primer.

Paso todos los días por tu casa desde hace unos pocos, muy pocos, después de meses en los que me mudé de barrio. Es curioso y bonito a la par, veo el banco, ese banco en el que me senté hace tropecientos años y por sorpresa aquel ñiñito que me encantaba, en aquel primer amor de todos, antes que el primero primerísimo incluso, me dijo que me quería. Antes incluso de rozarnos las manos. Curioso también, regresamos de una acampada en un pueblo donde hubo una fira alternativa y no me acuerdo ni de la borrachera ni de nada, sí que dimos la campanada. Me acuerdo de las sonrisas ese domingo. Por aquel entonces me acompañaba al metro y pisé una mierda aunque no me importó porque de verdad entendí el dicho-hecho de seguirle millones de tiempos de suerte y suertuda fui. No me acuerdo de si hubo beso, si que hubo eso y mucho más. Ahora ese él es parte de este yo y ese banco está cerca de tu casa. Ándate con ojo que pasan coches cerquita, no te vayan a a atropellar. Pisa una mierda y ya verás.


lundi 1 novembre 2010

- Oye ahora van a hacer algunos conciertillos, podríamos ir. Aunque son cosas lentas, cadencia japonesa casi.
- ¿Cómo el rumor del oleaje?
- No, como cuando me miras.
- Me gusta verme pestañear en los tuyos.
- Yo en cambio prefiero el roce del encontrarse por el pasillo.
- Iremos pues, si me susurras bajito.
- Sígueme entonces.



Romper-se?

" Peu à peu les coups de téléphone s'espacèrent jusqu'à cesser. Me fut épargné cet épisode sinistre entre tous, barbare et mensonger, qui s'appelle la rupture. Sauf en cas de crime ignoble, je ne comprends pas qu'on rompe. Dire à quelqu'un que c'est terminé, c'est laid et faux. Ce n'est jamais terminé. Même quand on pense plus a quelqu'un, comment douter de sa présence en soi? Un être qui a compté compte toujours."

 Amélie Nothomb.
Ni d'Ève ni D'adam.


Esto no es un "Vuelve".

Llegaste sin rechistar, sin chistar siquiera. Sin manipular, finalmente manipulaste. No me gustaban los encuentros horteras, acabaron furtivos. Te dije que no y fue un si. Pasaron los meses y me recuperé en años, años recuperados. Me quedaste en la secuela de una cicatriz queloidea que no logro que ningún cirujano me arranque. Ahora la miro y puede que sólo fuera un abceso llenito de bacterias anaerobias viviéndome. Por suerte no me tomaron el oxígeno. Tú sí. Y ahora no sé cómo se hace, respirar sí, no sé cómo se hace lo demás, conocer, responder, estimular, abrigar(me). De asustar ya he hablado, asustada quedé. Por suerte entendí que lo mío no son los diálogos ebrios ni traer a ciertos personajes a bailar en mi cama horizontalidades alíricas. Porque un día decidí poesía (revisé la definición) , que sinó no valía la pena. De penas andamos pensando en demasía, que nos congelan, que nos mecen en una suerte de "mano que (no nos) mece la cuna". Y me encantan aquellas nanas contemporáneas que un día escuché. 
Esto no es un " Vuelve". Esto es un intento de ser precisa-princesa.