mercredi 11 janvier 2012

Filomena.

Filomena es.
Antes de eso fue niña y tenía una mamá. Se acuerda de ella todavía más y siempre. Fue ella quien me enseñó el significado... Siempre es siempre-toujours sin a veces escondidos. Y no viene en los diccionarios, en ellos lo único que sucede es que nunca llegas a entender y te confundes. Lo que si que uno entiende es que siempre y nunca van cogidos de la manos, se enamoraron. Ya ves, simple... teoría de los polos opuestos. Ahora Filomena es mayor, término que no viene definido por la aparición de arrugas, existen niños con esas marcas inconfundibles en la frente, del sufrir, del esforzarse. Hacerse mayor es cuestión de edad y de sabiduría, experiencia y de... tropiezos para qué nos vamos a engañar, muy a nuestro pesar.

Filomena es.
Filomena no es mi abuela pero la adoptaría, claro. ¿Por qué sinó iba a d-escribirla? Llegué llegó un día, pequeña arrugada y se hizo me hice grande lisa. La conocí un día que lloraba y la vida se le inundaba. Tuvimos que fabricar unos remos para sobrevivir (curiosa palabra... vivir por encima... de todo). Pasó que pasó la pena por su lado y la absorbió. Es fácil hacer tuya la pena, se apodera, te irrita y se queda. "Fácil facílisimo" como nos quisieron hacer creer con el maldito anuncio ese sobre el punto de cruz. La pena llegó el día que se tuvo que despedir de su ninfa Anacleta presumidísma o súper presumida, arrogante no, eh. Adiós adiós Anacleta. Adiós adiós Filomena. Las dos en marea, olas de hasta cinco metros, surfers contentos. No todo va ser pena en la vida. 


Resulta que Filomena no deja de pensar en su pajarita y en cómo se miraba en el espejo y se bañaba los días de verano poniéndolo todo perdido.
 
 

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