Cuando te quitas esa espinilla de dentro y termina de doler o al menos eso te crees y las punzadas que sientes por dentro sólo pueden venir del corazón. Y lo sabes. Entonces vas, coges aire hasta ahogar el último espacio que quedó libre en el pulmón y te oxigenas. Sientes que eres capaz de comerte el mundo y que no necesitas acompañarlo de patatas fritas ni de ketchup que él de por si es excitante. Y a por él que vas sin más preámbulo. Cuando el cuando tiene fecha de caducidad y la Tierra no deja de girar, yo me mareo.
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2 commentaires:
si pero con patatas fritas mejoooooooorrrrrrr ehhhhhhhhhhhhh.
lo mejor,
ocurrirá despacio,
sin prisas,
dando el tiempo necesario.
minuciosamente...
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