mardi 11 août 2009

Volar.



Porque volar es igual que vivir,
ambas requieren de un aprendizaje.
Película titánica donde las haya.
De nuevo Niñoinquieto y Abuelotristón.
Y sí, lloré al verla.
¿Cómo no?
E-mo-cio-nan-te.

Me quedan 8677 Vidas.
Pienso agarrame fuerte.
Esta vez la curva no gana.
Te lo aseguro.



1 commentaire:

Antonia a dit…

Esta tarde estoy surfeando por tu blog .La película me encantó y enterneció, y como a tí me hizo llorar .Me pareció una metáfora preciosa y acertadísima del proceso del duelo : esa casa llena de recuerdos que el abuelo arrastra durante toda la película como arrastra su pena y como al final es capaz de soltarla y despedirse de ella, darle gracias por todo lo bueno que le dio y dejarla en el sitio que le corresponde, para retomar el camino que le queda por vivir dandose cuenta de que es útil para otros .

Otro saludo