vendredi 10 avril 2009

Dormir bien y mucho.

Me levanto. He podido dormir porfín sin hora de caducidad. Simple y llanamente pegada al colchón y las legañas de mis ojos que impedían abrirlos, como hacía toneladas de segundos hechas siglos. Cuando se duerme bien no notas correr las agujas del reloj. Esta noche ninguna maratón de tiempos ni recuerdos, ni contrarrelojes, ni malditas etapas de montaña con las que cargarse los gemelos. No noté mis músculos gemir de desesperación por el olvido de descansar. Descansé y me desperté con una sonrisa pensando sin pensar (demasiado) en como sería sentir aún con los ojos cerrados, tus pies helados acechando los míos y no querer escapar.

1 commentaire:

Las cosas que nunca se dicen... a dit…

Hace poco he descubierto que dormir más de 9 horas me sienta genial. Eso implica irse a dormir a las 21:30h.
El día que lo hago, sueño, y me acuerdo mejor de lo que sueño.

Ahora me viene a la memoria un cita:
"Está bien considerar al mundo como un sueño. Cuando se tiene una pesadilla y uno se despierta, se dice que aquello no fue más que un sueño.
Se dice que el mundo en el que vivimos no es muy diferente a un sueño."
Hagakure, el libro secreto de los samuráis (Jocho Yamamoto)