Cubeando

Hace un tiempo estuve en Cuba cubeando.

Cubeando, cubeando el corazón ahora es distinto, ya no me pertenece.

Se quedó allí.

Vi vi vi.

Observé tantísimas cosas que ahora en los ojos sólo me quedan imágenes de allí.

Olí tantísimos olores que ahora no logro encontrarlos en ningún sitio y eso me pesa.

Conocí allí una gente que posteriormente serían una familia, a pesar de los pesares.

A pesar de los pesares, hablo con ellos, como buenamente podemos, y nos queremos.

Vi vi vi.

Hace un tiempo estuve en Cuba cubeando.

Hablé tantísimas palabras que ahora ya no me quedan para expresar.

Caí en lo importante que resulta ayudarse en tiempos difíciles unos a los otros.

Percibí que una buena, buenísima terapia para combatir la tristeza consiste en reír.

Vi vi viví.

Escuché tantas notas formando un todo inolvidable que sé que la MÚSICA salva y resalva.

Me contaron que para que los americanos pudieran acabar de una vez por todas con la isla

sólo se requería interrumpir el camino de la música, sólo eso. Nada más que eso es capaz de matar un pueblo tan lleno de todo.

Bailé con ellos y eso me llenó de vida que ahora guardo en botes de cristal. Así, los bailes no se irán con el viento.

Vi vi viví.

Nadé en sus aguas cristalinas junto a corales de fuego y tempestas fugaces.

Comí arroz con frijoles y el no poder hacerlo me pesa.

Abracé a mi familia cubana yo no sé cuántas cuantísimas veces y ahora lloro porque no puedo hacerlo.

Cerré los ojos una y mil veces para que lo mejor que he vivido hasta ahora quedara en mí perteneciéndome y parece que lo consigo, ahí están, detrás de mi retina, en el cajón "viaje de tu vida".

Vi vi reviví y sentí.

Estuve con mis cubanas en Vigía recortando papeles para después acabar haciendo unos libros llenos de personalidad totalmente manufacturados

Bebí el mejor mojito en casa de Álida, eso tampoco se olvida jamás.

Agradecí y eso SI puedo continuar haciéndolo para siempre sin lugar a dudas.

Vi vi viví sentí y qué bien que me quedé y a partir de entonces siempre luché.