mardi 28 octobre 2008

Poche-Coche se enamoró de taxi

El jueves fue mucho jueves.
Mi Poche en plena adolescencia decidió acudir a un concieto de Morente y Lagartija Nick.
Porque si, porque no?
Lo decidió y punto.
Había quedado con una Vespa monísima llamada Lolailo. A pesar de llegar siempre tarde a las citas llegó pronto, lo que no cambió fue equivocarse de dirección. Es muy impetuoso, esta calle le gusta y por ahí que se mete. La vespa avispada lo encontró y cenaron y se lo dejaron todo mientras vineaban y cerveceaban. Las patatas bravas se quedaron tristes, pensaban que se resguardarían del frío en el estómago de Poche. Y no fue así. No hay que planear las cosas, ellas algún día también lo aprenderán.
Salieron del bar.

Como Poche es muy atento cogió a Lolailo en brazos y la instaló en su regazo para llegar juntos al sitio. Ella tenía miedo. Él iba rápido. Ella dijo PARA. Él aminoró la marcha.

Llegaron y empezó el flamenco muy a su pesar, el de ambos. Tuvieron una gran acogida porque claro no es normal encontrarse en un concierto a un Poche y a una Vespa sensibles. La mayoría de la gente piensa que no tienen oído. Y mientras, esperaban que llegara lo bueno con cervezas en la mano y liándose pitillos.

Lo bueno llegó y mediobailaron y todo (no se conocían mucho y estas cosas dan vergüenza). Entre sonrisa y sonrisa se contaban pequeñas grandes cosas. Ella se ponía de puntillas para no perderse nada. Él de vez en cuando apoyaba su rueda sobre el manillar de ella. Y más sonrisas. Yo le puse un cartel a mi Poche de "sonrisas para todos" y eso hicieron, repartir.

Concierto terminó y se fueron con la música a otra parte. Al Carmen? dijo ella toda marimandona. Al Carmen dijo él dejándose llevar.
Iban por el Carrer de la Pau y bueno, bueno, bueno... Poche se enamoró de taxi! Le tengo que decir algo, pensaba para sus adentros. Y ALGO no le dijo, lo acarició, le pasó rozando por la izquierda. Pero Taxi resultó ser un esnob y pasó de Poche. Poche se quedó triste, por primera vez quiso morirse. Y claro es que el amor no correspondido hiere.

Lolailo y él siguieron igualmente con los planes porque lo hecho hecho está. Lolailo le dijo que valía un montón como vehículo y que Taxi no se merecía ni una lágrima, vamos ni una ni media.
Y Gin Tonic, Ron con Cola llegaron. Así fue. Y más Risas se instalaron. Por reír que no quede.

Poche acompañó a Vespa a su casa. ¡Y menuda casa! :).
Al cabo del rato, él regresó a la suya y me contó lo sucedido.

Ayer lo llevé al dermatólogo no sin antes hablar largo y tendido con él haciéndole entender
que a veces hay que controlar los impulsos. Que hay enamoramientos que hacen daño y caricias que queman. Lo abracé fuerte, le di besos en la frente y lo embadurné de tiritas. Con el tiempo todo se pasa.

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