Un día paseando por el parque me crucé con uno de ellos, un Sr. Kilómetro que me indicó lo justo y necesario para sobrevivir a las distancias. Le había tocado serlo. No le quedaba otra. Pero nosotros, los demás podíamos escapar, volvernos fugitivos, hacerlos invisibles, teníamos alternativa. Sólo una pero la teníamos, esa opción...
Comerse todos los tipos de quilómetros uno a uno.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire