samedi 6 septembre 2008

Cuentos del pasado

Me traigo algunos trastillos del pasado... Cuentos, cosas ñonas.
Me mudo, me lo traigo todo aqui y quería tener mis letras.

lagartija Tijilla

A mí me Busta ser la Lagartija Tijilla.
Siempre consigo escapar de mis depredadores
El tiempo no es problema para mí, salgo con el sol
y me tumbo en una roca frente al mar.
Los segundos, segundos son y van después.
Los minutos, minutos son y minuciosos avanzan.
De pequeños, segundos, aprendieron a contar la mar de bien.
1,2,3,4,5,...............................55,56,57,58,59
60
y se convierten en MINUTO!
¡Qué bueno poder ser segundo!
Lo malo es que en el mundo de las lagartijas lo bueno es ser primero.
Jope!
Pero el segundo siempre se puede disfrazar cada 60.
Y a mi me Busta ser lagartija Tijilla porque me pongo una hoja por encima
y soy Doña Esperanza lanzando una lanza.

Estrellas

estrellas.

Hay estrellas quietas.

No las puedo fotografiar.

Tampoco fotografiaré Noche ni tantas otras...

Me gusta Ella porque parece estar siempre en calma.

No grita, no llora, no se desmonta porque siempre permanece.

Permanece y permanece.

Siempre después de Noche viene Día y así día tras otro.

No desaparece ni desvanece.

Ella posee la magia. Por eso estrellas decidieron vivir en Ella.

Ella es la que toma las riendas.

Si quiere estar sola lo está y así alcanza todo el protagonismo.

Si la intento fotografiar sólo sale algo NEGRO NEGRO pero que muy negro.

Es vergonzosa y se esconde...¿Qué se le va a hacer?

Yo un año pedí a los Reyes ser Noche y fui Mercè.

Sólo ella tiene ese poder, yo comprendí de inmediato.

Hay estrellas.

Hay estrellas quietas.

No las puedo fotografiar. Hay

a veces pasa..

A veces pasa que me levanto y no me levanto...

A veces pasa que suena el despertador y no suena...

A veces llego tarde...

Hoy el sol y la luna comparten el día en esta ciudad que me acorrala.

Hoy he visto un avión con brazos y enormes manos que pasaba tan cerca de los restos lunares que parecía querer comer su algodón. Yo he intentado fabricarme un avión de papel para volar hacia ella pero no he llegado.

A veces llego tarde...

Hoy se llama HOY,mañana ya veremos.

Anteayer, ayer y hoy estoy presa del MIEDO.

No puedo caminar para ir a clase y encerrarme de nuevo con esa gente tan triste.Puede que la triste sea yo o puede que sean ellos, o puede que seamos todos, los mismos,sintiendo "idem"en el mismo marco, en el mismo cuadro.

Hoy he visto un nene pelirrojo de ojos azules y sonrisa enorme, feliz de ir al cole. Le oía decir que ansiaba hacer "chichones"con la tierra y mancharse los pantalones (ya llenos de remiendos)de arriba a abajo. Seguro que HOY el patio del cole se siente contento de que jueguen con él y de que cada nenito se lleve a casa un pedacito suyo (al llegar a casa, a este niñito rojito le pesarán los zapatos una barbaridad, seguro que están llenos de arena de los pasos que ya va dando) .

He intentado meterme dentro de su sonrisa pero no cabía.

El hecho de volver de nuevo a tropezar con la misma piedra, con el mismo escalón que no puedo sobrepasar, con el mismo paisaje, con la misma cara, con la misma vida que no sé si quiero, que no sé si quiere vivir conmigo. Yo creo que VIDA pidió divorcio porque está cansada de aguantar mi MIEDO.

A veces pasa que pasa y punto...

Ya sé lo que haré Fabricaré una cometa y así podré vencer el MIedo que me persigue. Pero ella será mucho más rápida y nunca logrará alcanzarnos. La vida son etapas y Miedo terminó. Pintaré sonrisas grandes hermosísimas y se las pegaré a la gente en el rostro y en el mío propio. Así, dejaremos de ser mil "tristes tigres" y nos volveremos "felices perdices".


Tren Lleida-Barcelona

Para ir desde Lleida a Barcelona hay que pasar por 21 puentes. También por un pueblo que no tiene GRÚAS en las que soñar.

Me fumo "pitis" entre vagón y vagón disfrutando del traqueteo. Mi cuerpo baila como las olas del mar, subiendo, bajando, acompasadamente.

Veo gentes sin rostros formando un todo alegre : PAISAJE lo llaman, creo. Respiran, haciendo la FOTOSÍNTESIS frente a la gigante mancha azul llena de AGUA, sin límites. A lo lejos todo se termina en el Horizonte que marca las diferencias, éstas siempre presentes, cómo no?

AGUA separada de AIRE, dos azules divorciándose que en realidad se aman. Cómo no amarse estando uno siempre tocando al otro.

CIELO y MAR erizados. Mientras, el tren pasa.

Yo dentro de él, rodeada de cantidad de personajes anónimos, espectros diría.

Yo misma, sin identidad para esas gentes de mirada perdida que comparten conmigo el espacio.

SILENCIO.

Nueva parada. Gente vieja que marcha huyendo, gente renovada al acecho de un destino. Vidas todas abriendo y cerrando caminos. Aqui aprendo porfín que no todos los caminos llegan a Roma y me complace saberlo. Yo nunca he querido ir a ROMA.

Llegó el final del trayecto.


Nachita, Cubito y Tristón

Había una vez una niñita, Nachita se llamaba (creo recordar) que vivía en una casita de hielo.
Todo en ella era Frío que no se podía calmar con nada. Ni la sopa caliente de su mamá parecía acallar el grito desu interior. Su mirada era gris, cuando alguien la abrazaba notaba un intenso escalofrío.
De pequeña cuando sólo tenía el tamaño de un garbanzo cayó en un océano helado y desde entonces su sangre es azul y helada. No ha logrado jamás volver a ver el SOL, ni las estrellas.
A su alrededor sólo Oscuridad y Congelación.
Llegó a tener dos amigos con los que jugaba a hacer castillos de HIELO que jamás se derritirían. De hecho,aún hoy, quedan erigidos, inamovibles en algún lugar remoto.
Yo me enteré de esta historia por una guía de viajes cuando me disponía a visitar la región FRIOLERA.
Formaban un bonito trío: ella, la niña ,Cubito y Tristón.
En medio de tanta aventura de invierno llegó el SOL que calentó a los tres y les empujó a visitar el CALOR.
Pero ellos ya eran mayores, habían pasado de garbancitos a gigantes y no fue lo mismo.
El hielo pasó a ser agua, sus castillos pasaron a ser de arena, elemento mucho más deformable. Con el viento, cada granito de arena se volaba . Se esfumaban y con ellos la ilusión de crear algo real a partir de su imaginación.
Descubrieron al fín que el problema no era el frío envolviéndoles cual manta a los tres. Ahora les abrasaba el calor y sus gotas de sudor no les dejaban respirar tranquilamente, pero segían teniendo frío, ahora en sus almas. Jamás hallaron un abrigo entre tanto Calor para silenciar las lágrimas que brotaban de su cuerpo.
La niña ya no producía escalofríos cuando alguien la abrazaba pero era infeliz.
El trío de nenitos decidió coger la maleta agarrarse a una nube fuerte fuerte y volver a la región Friolera junto a sus castillos invernales y allí se encontraron con los pingüinos que les habían preparado una fiesta sorpresa para recibirles con fría alegría.
Y allí decidieron quedarse.
Y allí anclaron raíces.
Y allí seguáin teniendo frío.
Y allí conocieron a los esquimales que les proporcionaron chaquetas.
Y allí continúan los castillos reales.
Y allí eran felices.
Y allí no cabían estereotipos artificiales.



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