mercredi 3 septembre 2008

El amor


No he parado de repetirme que el amor no es incondicional però siempre se vuelve a tropezar con la misma piedra. Finalmente se transforma en eso y cuando uno se da cuenta se ha borrado la individualidad. ZAS! Uno ya no es 1 sinó 2. Mira que me he repetido que yo soy... no sé lo qué soy pero soy, vaya. Como todos y cadauno de nosotros.

Ahora me he puesto un peto de obrera y allí estoy. Construyo una torre con las 4 piezas que quedaron del terremoto. La parte positiva es que a medida que pasa el T I E M P O se van añadiendo y voy ganando en firmeza.
Juego al LEGO de adultos, si de los mayores. La situación me obliga a coger al toro por los cuernos. Pero oye, feliz de hacerlo.

Mi torre es torrecita, sólo tiene 4 piezas (¡eso ya lo has dicho Flau!). En mi último viaje añadí otra. ¿Quién sabe? Puede que de aquí a 3 semanas puede dar con otra más y así constituir un todo lleno de todo.
Seré una torre bien alta, llena de colores, porque sí, porque me da la gana y yo decido. Si aparece el ROJO mejor que mejor. SI, será roja, lila, verde por aquello del significado cromático.

En estos momentos la torre sólo presenta la base. Esto es lo más difícil de conseguir. Poco a poco la levantaré. Ahora PACIENCIA llama. Y yo le digo "Hola".

Flauteta constructora de torres. Otro día un barco.

1 commentaire:

Anonyme a dit…

muy interesante...pero las olas no están vacías...