vendredi 14 novembre 2008

Madrechillona

Hace algunos días vi una hija triste y una madre tóxica a la que le salía amoníaco por la boca. La niñita se hacía cada vez más y más pequeñita, llegó a medir unos 20 cm. De la cara se le borró la sonrisa para tener unos labios mirando los dos al suelo. Así se sentía ella, suelo que pisamos todos.

La madre se convirtió en dragón y le salía fuego por la boca. Su niña era niña y era un poco desastrillo, dejaba las cosas tiradas. La madre tenía dos opciones, una mirarla a los ojos y decirle que aquello no estaba bien y dos chilla que te chilla ira que te ira grita que te grita. Escogió la segunda por ser más intimidatoria y por aquello de "la letra con sangre entra".

Yo era la observadora pasiva de los acontecimientos. No tengo garbancitos pero me vi reflejada en aquella segunda opción. En determinados momentos yo chillaba que te chilla. Me convertía en la perfecta definición de la Mala Ostia. Ésta no era más que una tormenta interna remueve intestinos que tenía que salir e inundarlo todo. A mi alrededor todo chopado, todo aniquilado. Aquello era frustración personificada o el llamado "desplazamiento negativo". En clase aprendí rápido el significado de este término. Me tenía como ejemplo.

Ahora cuando Tormenta se apodera yo le cambio el nombre y me pongo a respirar con el diafragma pensando que no es para tanto. Hago que mis labios miren hacia el cielo y me río de mí misma. Las piezas de mi puzzle casan mejor desde que respiro.

Hay 1 madre, 2 madres, 3, madres, 4 madres, 5 madres y puntos suspensivos que chillan.

Hay 1 padre, 2 padres, 3 padres, 4 padres, 5 padres y puntos suspensivos que chillan.

Hay 1 individuo, 2 individuos, 3 individuos, 4 individuos, 5 individuos y puntos suspensivos que chillan y es porque NO saben RESPIRAR.

Me leí un libro para habichuelas donde Mamá Pinguïno chillaba a su hijo, así fuerte fuerte, de tal forma que salió volando en pedazos. La cabeza fue a parar al Universo, el cuerpo cayó al mar, el picó aterrizó en las montañas, las alas se perdieron en la jungla y así todo él desperdigado... Madre pingüino chillona
asustada fue en busca de todas las partes de su hijito y las cosió una a una. Aunque lo realmente importante fue el final ... Pidió PERDÓN y niñito la perdonó con un gran abrazo mimo mimoso.





"Madrechillona" , Jutta Bauer

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