vendredi 13 mars 2009

Niña que nunca sabe acabar.


Todo el mundo sabe que para que una historia te enganche de principio a fin tiene que tener una buena introducción calculada hasta el más mínimo detalle y una conclusión a la altura. Sólo con eso el éxito está garantizado. Aquel al que hacemos partícipe de nuestro cuento, no le quedará más remedio que escuchar embelesado aquello que tenemos que contar. Si lo hacemos muy muy bien hasta querrá vivir dentro de nuestros ojos, instalarse detrás de la retina o debajo de la piel y soñar de nuestros sueños.
Todo eso es cierto.
Hay gente especializada en introducciones y/o conclusiones. Conozco una niña que sólo sabe de inicios, ignorante de que para ello siempre es necesario un final. Es por eso que sus historias nunca serán leídas con intensidad. Es la "niña que nunca sabe acabar".



" - ¿ Tú qué eres?
- ¿Yo? Introductora. ¿Y tú?
- Yo concluyo
- ¡ Vaya! Yo que ya me había hecho esperanzas. "


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