mardi 24 mars 2009

Cuando un delfín nada con una tortuga.

Cuando un delfín nada con una tortuga, parece que no pero llegan a entenderse a la perfección. Aunque bueno, eso sólo pasa si el delfín es tranquilo y tortuga nerviosa. Delfín la espera siempre en la esquina y se cogen de las "aletas-patas" y él la arrastra hacia el fondo del mar para descubrir...
Le cuenta los secretos que allí se esconden , él ha ido recaudándolos. Se ha fabricado una forma propia de vivir. Tortuga tiene mucho trabajo con sólo intentar flotar, le pesa el culo, la persiguen, sin cesar, porque es preciosa. De verdad que lo es... Un poco tímida... a la mínima esconde la cabeza dentro del caparazón para no dejar a nadie entrar. Le han hecho daño... A veces se lo ha hecho ella sola... mientras curioseaba sin tomar ciertas precauciones.

"- Los piratas existen- le cuenta el guapo Delfín.
- ¿No me digas?- le responde ella".


Piratas hay por todas partes y lo malo es que con el avance de la medicina ya no necesitan llevar parches, porque ya no existen esos ojos tuertos con los que nos enseñaron a distinguirlos de pequeñitos y claro, todo esto entorpece la investigación.


dimanche 22 mars 2009

Sentir y dejar de ser.



te he pensado...
en como sería dejar una semana de ser
para sólo sentir en
Cabo de Gata.
y sabes?
que sonreía.



vendredi 13 mars 2009

Retrovisión


Permanecer siempre alerta.
Cuidar de los detalles.
Están ahí.
Cerca.

Niña que nunca sabe acabar.


Todo el mundo sabe que para que una historia te enganche de principio a fin tiene que tener una buena introducción calculada hasta el más mínimo detalle y una conclusión a la altura. Sólo con eso el éxito está garantizado. Aquel al que hacemos partícipe de nuestro cuento, no le quedará más remedio que escuchar embelesado aquello que tenemos que contar. Si lo hacemos muy muy bien hasta querrá vivir dentro de nuestros ojos, instalarse detrás de la retina o debajo de la piel y soñar de nuestros sueños.
Todo eso es cierto.
Hay gente especializada en introducciones y/o conclusiones. Conozco una niña que sólo sabe de inicios, ignorante de que para ello siempre es necesario un final. Es por eso que sus historias nunca serán leídas con intensidad. Es la "niña que nunca sabe acabar".



" - ¿ Tú qué eres?
- ¿Yo? Introductora. ¿Y tú?
- Yo concluyo
- ¡ Vaya! Yo que ya me había hecho esperanzas. "


jeudi 12 mars 2009

El hilo de la vida

El hilo de la vida se hila, deshila, deshilacha con o sin hacha. Existen vidas que duran unos cuantos días, existen días que duran unas cuantas vidas. Y aunque es lo mismo, parece serlo, no lo es. Hay vidas liadas en hilo, hay hilos truncados que nunca llegarán a hilo de la vida. Hay hilos que se decoloran con el paso del tiempo y así, son los años y el sol que trasforman el rojo en blanco y todo cambia de sentido. Algunos días, no hacen falta años para que esto suceda y en 30 minutos el hilo puede dejar de sentirse. Sucedió esto, el martes. Una voz cerca... "No podemos hacer nada", una mirada de cristal, unos ojos llorosos, latidos desordenados y el famoso nudo (hilos de hilo liados) en el estómago.
Hilo que se desmonta pero remonta... se vuelve rígido para atravesar ese miocardio maltrecho lleno de brechas. Se nos acerca... nos llena de cosquillas, suaves, sinceras, rozándonos la mejilla.
"No pasa nada, queda hilo de sobras, mirad." Entonces abre la mano y nos decubre que es verdad... Hilo para dar y vender. Le doy un beso delicioso, sencillo, terciopelo. Sé que le llega. Sé que me llega... llegó y aún habrán más, de eso estoy segura.
Entonces, aparece mi hilo del color de la remolacha, huye de su ovillo y se desordena por toda la habitación... tocándolo todo, dejándome sin intimidad, deshaciéndose, desparramándose, sin poder llorar... pensando... recordando... abrigando en días de frío extinguido, se mancha de ese polen que expulsan los pinos, todo del color tóxico del azufre. Mi alma se marchita, ( qué fatalista soy) orquídea pierde sus flores preparándose para un "volver a empezar", porque le gustó su lugar.
Yo me obstino a que Desorden se instale a mi alrededor , así que me arremango, me seco el sudor de la frente cuidadosamente y busco paciente (por una vez) el extremo de mi vida, el hilo. En cuanto lo toco... muta y se torna rojo... estaba esperando que lo cuidara y yo no me había ni percatado. Mando señales (o eso intento) a los hilillos que llenan el Sr. Hilo, imprescindibles, y no me responden. Puede que si lo hagan y yo nunca atendiera en la clase de "jeroglíficos que la vida te da". Busco entre los apuntes y encuentro: "Los signos y símbolos se encontrarán en algún lugar inesperado... que nunca se sabe de antemano... sorpresa! Sin esperarlo porque esperar es malo".
Así voy recogiendo el hilo, desenredando fotos, desempolvando recuerdos, cerrando baúles. Una de cal y otra de arena... una de lágrima y otra de sonrisa, una de medio loca y otra de medio cuerda. Deshaciendo el hilo de hilos, haciendo hilos de hilo llegando al hilo de la vida.


mercredi 4 mars 2009

Marzo

Es el primer mes de todos mis primeros meses. El mes en el que vi la luz, si es que se ve cuando una nace ya con tremendas prisas por Vivir, a los siete meses de un mes 3 de un día 7. Todo impar, como el momento mismo del ahora, ahora mismo.
Demasiado cansada para alimentarme, con un cordón umbilical, el de la vida, que envolvía mi cuello. Y que casi me la hace perder... pero imagino que luché... imagino que luchó. Creo que lo hicieron bien, no por los resultados, sinó por la supervivencia, sinó por el respirar que de momento sigue que sigue, dale don dale.
Bien pronto aprendí lo importante que resulta caminar , es por eso que lo primero que saqué a relucir fueron los pies . Me cuentan que inmensos, enormes, largos, larguísimos, desproporcionados. Todo esto resulta curioso cuando una es pez de la cabeza a los pies (gigantes), y no tiene escamas, ni aletas con las que moverse como... como ¿un pez en el agua?
Sucede que cada mes de marzo, cada tercer mes de un nuevo año cumplo uno más que no me hace más sinó menos o igual, afortunadamente.
Dejé para lo último la cabeza, el cerebro, la Razón sin saber que eso me marcaría el resto de la vida... porque pensar pienso pero me parece que latiendo. Vaya, no es que me parezca es que así es. ¡ Qué curioso resulta el lenguaje! A uno le cuesta decir lo que le late, en cambio, late sin decir y sabiendo, porque lo sabes, aunque fastidie.
Marzo empieza cansado de tanto sol y nos devuelve nubes y frío... sin ganas de trabajar... porque es contestatario e inconformista, exhausto por tener que proporcionarnos aquello que se supone que debe. De él se esperan rayos rabiosos de sol, luz, colores, hombros al descubierto, ruido, gente por la calle (demasiada), bailes en azoteas, noches a medias, tímpanos al acecho, primavera... que no llega.
Marzo cansado, aburrido, dice que se disfraza de otoño... nos recuerda, nos enseña a no confiarnos. Él lo hizo y perdió toda credibilidad, siente.
Es un mes curioso porque su inicio está condicionado por el tipo de febrero que lo precede, caprichoso el segundo mes que según cómo se encuentre presenta 28 o 29 días, según las fuerzas... que le quedan ¡ Menudo afán de protagonismo! Y así Marzo sólo da comienzo cuando se lo ordenan. Sólo termina cuando Abril está preparado para organizar una revolución plagada de astenia y sangre corrupta... Revolución... ¡ Cómo me gusta esta palabra! Y así dura lo que dura mientras duró.

Todo esto para decir que este año sumaré 8 y aún no sé cómo se hace pero lo haré.

mardi 3 mars 2009

de corazón.




Hoy es uno de esos días de corazón... Él y yo fuimos al médico, al cardiólogo... amor a primera vista entre él y aquel otro. Hombre barbudo, pelo negro, palabras sinsentido. No comprendíamos nada de nada.

Se estaba obstruyendo... llorando, hablando, gritando, huyendo... no hacía más que perderlo.

6 minutos más tarde... empezó a disparar latidos que quedaban tatuados en el electrocardiograma. Forma de M, M de ¿Me cuidas? con anterior elevación del segmento ST de Segovia a Toledo que nos vamos para volver, o no, según convenga. Y me parece que no conviene porque en un fin de semana me di cuenta que necesito un mar al que poder mirar. En Madrid, la gente no sabe nadar. O por lo menos a mí se me olvidó.

Taquicardia...

No podemos ir a más de 130 latidos por minuto...resulta contraproducente... no sabemos cómo se hace (el parar). Quizás alguien nos pueda enseñar. Somos pequeños. Todo se resume en rodaje que se escribe con "j", no como ambage (excepción que confirma la regla).

Si subiésemos el ritmo podríamos petar, rompernos en mil pedazos, reventar. Y entonces esa pastilla sublingual vasodilatándonos... despertándonos y ese número... 112 y el ni no ni no ni no de la ambulancia que parece que no llega, algunas llega. Ritmo frenético que no cesa... Resulta que se trata de corazón al corazón y sinrazón con razón.

Nos prometió que la sangre volvería a circular... recanalizó... el río volvió a su cauce. Pero tenemos un problema y es que ahora el corazón se ha encerrado dentro de un cubito de hielo y dice que no quiere salir.

Frío... polar. Antártida. Sinlatidos.

De corazón ... escribo.
Y es de corazón que Vivo.


lundi 2 mars 2009

Horizontes limpios

De horizontes limpios sabe la isla de Fuerteventura.


Llegué. Esta vez, sabía cómo hacerlo... despacito, silenciosa, sin gritar, no como la otra vez. Elegí "atardecer" como tema principal de mi camino. Para eso había que situarse alrededor de las 18:00 de la tarde en la costa oeste de la isla... y allí era justo el lugar donde todo terminaba y volvía a empezar. El sol bajaba para saludar al hemisferio Sur, los otros, aquellos que solemos obviar con tanta facilidad. Allí aprendí a saludarles con la mano HOLaaaaaa.




La primera, segunda, tercera noche vi estrellas. Aqui ya no se ven, prueba inequívoca de que los cielos son distintos . En estos últimos tiempos he podido apoderarme de distintos cielos, hacerlos un poquito míos, coger de cadauno de ellos aquello que me interesaba y rechazar lo que no. Y en eso que vino un "no darse por vencido" y me enseñó las constelaciones.

He llegado a la siguiente conclusión: qué difícil es tener tiempo para pensar, escucharse, mirarse de fuera hacia adentro... Ser sincero con uno mismo... Y así 24 horas parecen estirarse hasta 36. En un día metía como dos días, y al día siguiente eran como tres o cuatro. Resulta curioso porque ¿Quién no ha soñado poder parar el tiempo? Yo tuve ese poder entre mis manos durante nueve días con sus nueve noches para luego llegar siempre a los ·19 días y 500 noches· y querer perder ese truco de magia. Si alguien quiere yo se lo enseño... es fácil... venid... se necesitan olas sin "h" y días de miradas sin ojos y con hojas en las que escribir... "no me soporto" y algo así como "quiero llegar". Lo que pasa es que la orientación nunca fue mi punto fuerte y claro, esto ya lo sabía, y por lo tanto deambulaba, deambulé y deambularé.

Conocí a una K que bien podría haber sido una Q, esta última siempre más tranquila, no como la K más inquieta, aunque en la isla se tuvo que relajar como yo o como tú si hubieras estado más cerca, tocándonos.



El sol, el sol si que me tocó, (vaya que si lo hizo) me arañó la piel, me picó, me encendió, me peleé con él y siempre acabó ganando. Soy una M competente pero nada competitiva y así tú ganas y yo pierdo, aunque en el fondo del mar (matarile-rile-rile) sabemos que lo importante para sobrevivir es cerrar bien la boca y la nariz para que el oxígeno no se escape. Lo realmente extraño es cuando te encuentras en plena superfície y notas cómo te vas ahogando a pesar de inspirar con todas tus fuerzas. Y aprendes que todo es relativo y que Einstein jugó muy bien sus cartas sacando a relucir la "teoría de la relatividad".


Hay una isla de Lobos sin lobos. Me acerqué a ella no sin antes atravesar unas dunas gigantescas con mucho cuidado porque los días que sonríen no pasa nada, ahora, como estén enojadas se lo comen todo. Y bueno, parece que ese día tuve suerte porque aqui sigo, aunque confieso que me hubiera gustado ser engullida por esa enorme masa de arena. Aunque, acto seguido me hubiera escupido o lo que es peor, hubiese acabado intoxicándose.


Pasaron muchas, muchísimas cosas... el tiempo... ardillas playeras-ataca-bocadillos, cubatas con pajitas que brillaban en la oscuridad (yo pensé que era porque estaban colonizadas por luciérnagas), faro sin farero, conchas rojas, garrapatas que no atacan, gaviotas chillonas, el mundo, las cabras pasotas, los burros protegidos, una familia genial que sonreía todo el rato, hacer autoportraits (muy importante), el mundo ... y... yo misma (ésta, sin duda, la parte más dura).

Y así, al fín, comprendí qué función tenía esa escoba que cargué durante todo el viaje. Porque mira que me llegó a incordiar en un primer momento. Había venido a hacerme compañía y a barrer cada mota de polvo que me impedía ver el horizonte, ahora ya, limpio, ahora yo, en paz.